Sin la Habana: Una película con Muchos Matices Digna de Ser Vista

El filme relata la historia de Leonardo quien es un bailarín cubano de ballet y Sara quien es abogada. Están enamorados, son jóvenes, guapos y ambiciosos, pero sus sueños se topan con las fronteras cerradas de Cuba.

Sus boletos para el futuro bien podría ser una turista en busca de exotismo: Nasim, una canadiense de origen iraní, que también está luchando contra sus demonios. La pasión, el poder, el dinero, la creatividad, el destino y un toque de magia se entrelazan en un triángulo amoroso que combina el choque de culturas con la danza.

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Leonardo tendrá que seducir a una mujer extranjera para casarse con ella y así poder emigrar a Canadá. Pero son los detalles, los matices, los que hacen de esta historia una combinación realista y a la vez ensoñadora de la vida.

La película es rodada parte en Cuba y en Montreal. Las tomas son muy buenas y el juego de cámara en blanco y negro y con efectos especiales para resaltar los eventos llega muy bien al espectador. La música y las tomas en La Habana son magistrales. Nabatian al ser músico escogió bien la trama musical para la película. Hay muchos mensajes en la película como el tema de la desesperación de salir de los cubanos, el divorcio, la soledad, la música, las tradiciones, los rituales, las injusticias sociales para los inmigrantes cuando llegan a otro país y la mezcla de culturas.

Kaven Nabatian

Kaveh Nabatian es un cineasta y músico iraní-canadiense. Ha realizado cine de ficción, videos musicales y documentales en todo el mundo: desde Nunavut a Haití, desde India a Cuba y en Montreal. Kaveh Nabatian es trompetista para el grupo Bell Orchestra, ganador de un premio Juno en 2010. También escribe música para varias bandas sonoras. Sus proyectos más recientes son: Las siete últimas palabras, un documental sobre Leonard Cohen, A Crack in Everything y colaboraciones en video con Arcade Fire, Kahlil Joseph y Half Moon Run. Sus obras de ficción combinan imágenes y sonidos evocadores que resaltan historias profundamente humanas y presentan personajes al margen de la sociedad. Sin La Habana es su primer largometraje.

Al conversar con el director, supimos que los actores no eran profesionales del cine pero que hicieron muy bien sus papeles. El bailarín de ballet es cubano y vive en Alemania. "Tuvimos que aprender cómo actuar juntos y cambiamos el guion un poco para que se acerque a las personalidades de cada persona, lo que nos dio buen resultado como una actuación más natural", comentó Kaven.

Asimismo, quiero mencionar aquí, mi gran alegría de ver a mi gran colega periodista, actor, poeta y profesor de teatro y arte Omar Alexis realizando el papel de capataz de la fábrica donde trabajó Leonardo. Un corto papel, pero bien ejecutado por Omar a quien espero verlo en otros filmes.

El director decidió escoger a una iraní como turista canadiense para Leonardo ya que quería resaltar que no solo las mujeres locales pueden pasar esta experiencia, pero mujeres de otras nacionalidades también. Asimismo, declaró que la historia refleja una realidad que se vive en Cuba donde la gente quiere salir de la isla para un futuro mejor o la realización de sus sueños.

Le preguntamos a Kaven cuál era su relación con Cuba y él nos dijo que visitó Cuba pasando algunos meses cada año ya que le gusta el país. Así aprendió el español y conoció su cultura.

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En cuanto al juego de imágenes y efectos técnicos Kaven resultó que todo tiene una lógica la que es muy intuitiva. "Por ejemplo, la parte que filmo en blanco y negro es porque es el sentimiento que siento sobre esa toma. Me sirvo de las herramientas de cine para variar imágenes, escenas, y colores", dijo Kaven. La idea es que el efecto en el espectador sea más emocional que cerebral.

Kaven dejo el siguiente mensaje para los latinos y quebequenses interesados en su filme: "Lo que quiero con esta película es contar una historia auténtica, los iraníes, los hispanos pueden sentir que son gente real y auténtica, a pesar de sus diferencias, y esto no tenemos la oportunidad de ver mucho en el cine, sobre todo en el cine quebequense".

sin la habana art1 photo 5 Le preguntamos sobre la mezcla de culturas que se percibe en su película y él nos contestó que quería mostrar la mezcla de culturas ya que él proviene de una, al ser su padre iraní y su madre americana. La filosofía de Kaven es humanista: no importa los orígenes, ni el sexo, pero sí importa las similitudes ya que todos tienen una música o un ritual que los caracteriza.

Queremos agradecer a Caroline Rompré de Maison4tiers por las facilidades prestadas para asistir al pre-estreno y esta entrevista.